Surfistas profesionales y novatos de todo el mundo corren o surfea olas en el archipiélago de Galápagos especialmente la isla de San Cristóbal, como es de esperarse todos regresan al continente con sabor de gloria contando sus experiencia alucinante en un surf trip tan diferente a sus lugares de origen.
Empecemos con malecón de San Cristóbal que es muy especial con una tonalidad volcánica y de hermosos acabado en madera que le da un sabor eco turístico único en esta parte del planeta, con sus lobos marinos, pelicanos y pinzones alrededor de sus calles disfrutando del habitad e inter actuando con nosotros como si fuera parte de su mundo, así quedamos impactados de tanta naturaleza coleccionada a través de los miles de años de evolución y que Dios ha depositado en este pedacito de tierra en medio del océano.
Pero nosotros como surfistas no nos fijamos tan solo en el paisaje y la fauna de la isla. También saboreamos las súper olas que nos regala esta maravillosa isla de Cristóbal en los meses propicios para la práctica del surf como es diciembre, enero, febrero, marzo y abril. Nosotros los surfistas saboreadores de olas nos gusta coexistir con océano y también con tierra en su estado natural, cremos san Cristóbal cubre nuestra expectativas.
Sus olas son espectaculares de color turquesa con poder y perfección diferentes al Ecuador continental, y por supuesto que encontramos playas de todas formas y tamaños para poder elegir cada tipo de surfista a su gusto.
Fabrizio Mmora Javier Carreño, Lucas Costa, Andrés Fernández, Daniel Álvarez y Daniel Torres.
Javier Carreño nos relata algo de su experiencia por primera vez en san Cristóbal
Todo fue tan rápido mi amigo Fabrizzio Mora me dijo; oye vámonos a Galápagos a cubrir un reportaje de surf!! yo le dije jugando vámonos pues !! Nunca me imaginé que después de tres días estaba metido en un avión volando directo a la famosa isla de San Cristóbal cuna del surf del Archipiélago de Galápagos, no pensé lo increíble que iba resultar este viaje, era mi primera vez y claro me quede encantado con todo lo que veía al mi rededor, especialmente con la naturaleza tan preservada en su estado natural. Pero como amante del mar lo que más me impresiono fueron las olas que eran perfectas de color celeste con una limpieza y claridad que nunca había visto en mis años de surf.
Sin embargo San Cristóbal nos tenía reservado algo fuera de serie, fue cuando, mi amigo Fabrizio me dijo; quiero surfear desde el primer día “La Loba” ahí encontramos olas de verdad con mucho poder isleño para que el miedito se me vaya amortiguando!! no sabía a lo que se refería, hasta que llegamos a una súper ola que se llama la Lobería a dos kilómetros del centro de Puerto Ayora al final de la pista de aeropuerto.
Parecía que no había nada ese día, se veía la playa desde afuera con olas pequeñas, pero todo fue ilusión óptica por la distancia que estábamos observando la ola, entramos a surfear y la Lobería nos recibió con unas casi de 3 metros de altura con un poder impresionante, nunca en mi vida había visto tanta autoridad en una ola, ese día saboree el poder de una de las mejores olas que tiene Galápagos.
Luego un día nos fuimos con Fabrizio a visitar a un amigo de Manta que radica en las islas llamado Martin él es buzo profesional y también un Bodyboarder, Martin nos invitó en su yate a recorrer olas en las cercanías de la isla, hasta llegamos a tirar la ancla en un punto conocido como Tongo Reef donde saboreamos una sesión de olas divertidas de metro y medio de altura. Después entonces nos fuimos muy bien acompañados con el capitán de yate “El Lobito” y de su asistente de buceo “El Negro” a las orillas de la playa de la Lobería a equiparnos con nuestros visores y snorkers para luego deslumbrarnos con el hermoso mundo marino y la variedad de especies que esconde las aguas de las Galápagos. Ese mismo día termino la tarde con la captura de unas cuantas langostas para degustar de una buena cena rebajada con su respetivo vinito, comentando de los buenos recuerdos que puedes obtener en la isla dentro y fuera del mar.
Por la noche se pasa muy bien, salimos a pasear por el malecón donde se encuentra a todo el personal surfer de la isla tanto como locales como extranjeros, donde cada quien empieza contar todas sus anécdotas de la sesión de surf en el día. Por el recorrido de puerto ayora también pudimos observar buenos hoteles, bares típicos, buenos restaurantes con una buena variedad de mariscos, y hasta conciertos rock. Claro como era de esperarse nos encontramos con mucha actividad turística extranjera y nacional.
Los últimos días llego un oleaje muy bueno y con ellos llegaron surfistas profesionales de Guayaquil Axcel, Lucas Costa, Andrés Fernández , por supuesto no podía faltar los locales de olas grandes como lo es Daniel Torres y Humberto Hernández, con todos ellos surfeábamos en confianza esta tremendas olas, y compartimos muchas olas grandes de 2 metro y medio algunas 3 metros, ya éramos una familia que vivía en las aguas de la Lobería.
Me regreso casi nostálgico después de saborear una semana totalmente diferente a las que acostumbro vivir en el continente con olas espectaculares, creo que volveré en el próximo año a este viaje alucinante de surf que organice la revista Ocean X porque creo que en la repetición esta gusto, y estoy seguro que falta muchas olas más que saborear en esta isla de San Cristóbal.
Próximo año si Dios lo permite este medio organizara otro surf trip buscando el poder de la ola de Punta Carola que es el otro orgullo de esta isla, este manjar de ola se la encuentra en sus mejores días en los meses de Diciembre, enero, febrero y hasta marzo con un poco de suerte, esperando una crecida del oleaje que viene de dirección Norte para poder llegar a tiempo surfear esta linda ola.
Agradecemos: a la distinguida Señora María Eugenia Abeiga de Metropolitanturing, Martin, Daniel Torres, San Cristóbal surf club, Lucas Costa entre otras personas que ayudaron a la realización de este lindo viaje.
F.M.D.O.X
La entrega lo hizo el Presidente de la FES, Manolo Lozano y el Shaper Cesar Moreira. Lozano resaltó la calidad artesanal estas tablas de balsa, hechas con manos ecuatorianas, al igual que el alto significado del Mundial de Surf tiene para el turismo de playa en el Ecuador.
